Cuentos de Cancillería: a propósito del voceado sucesor de Béjar.

JORGE CARRION RUBIO
6 min readAug 20, 2021

--

Existe un apellido que es una especie de franquicia del Perú en Venezuela. Desde 1959 se estableció esta relación con Don Jorge Raygada Cauvi, quien llegó como diplomático de carrera. Más adelante, durante el primer gobierno de García Pérez es nombrado Embajador, representante permanente ante la OEA. El periodista venezolano Rafael Poleo manifiesta que en los tiempos malos del Perú trajo algunos peruanos a trabajar con él, haciendo alusión a su paso por el “Bloque Dearmas" de Don Jorge, donde desempeñó funciones periodísticas. Agrega Poleo, hoy exiliado en Miami del régimen de Maduro: “en agradecimiento Armando Villanueva me trajo tierra de la tumba de Haya y, dedicadas por Armando, las Obras Completas del prócer". Eran tiempos donde la identificación ideológica sembrada por la histórica relación entre Haya y Betancourt en épocas pretéritas, crearon próceres apristas y para el caso venezolano, “acciopopulistas".

Hasta aquí todo iba bien, sin embargo, la creación de la agregaduría comercial en Caracas durante el régimen de García Pérez a nivel de la Embajada del Perú, habría creado una serie de negocios lucrativos privados para dejarlos a la vera del camino a sucesivos gobiernos de turno. Así fue nombrado Rodolfo Beltrán Bravo, primero Agregado Comercial del Perú en Venezuela y el Caribe (1987–1089), luego Director General del Instituto de Comercio Exterior ICE (1989) y finalmente Ministro de la Presidencia del Perú de 1989 a 1990, todo este veloz ascenso político durante la última parte de la primera administración de Alan García.

¿Cuáles habrían sido las razones para tan rápidos ascensos? Entre otras razones, cada vez que Alan llegaba a Caracas, previo a ocupar la Presidencia de la República peruana, Rodolfo era el anfitrión, corría con todos los gastos. Creó un Comité de apristas con su propio peculio. Una suite ubicada en el Hotel Paseo Las Mercedes, una de las zonas más elitescas de la ciudad, servía de alojamiento para Alan, incluso para Armando Villanueva del Campo, a su paso por el Caribe. De modo que había una deuda con Rodolfo, a tal punto que cuando éste dejó la Agregaduría Comercial, Mario, su asistente, que le llevaba las maletas, fue nombrado nuevo Agregado Comercial de la Embajada peruana en tierras llaneras. A no dudar que era la mejor manera de asegurar los negocios desde el Ministerio de la Presidencia que asumía como epílogo de aquel lamentable gobierno. Con el transcurrir de los años descubrimos que ese sucesor llegó a ser Presidente de un consorcio minero en el Perú y actualmente ocupa una Agregaduría Civil en otro país caribeño.

Del aprismo pasamos al fujimorismo, aparece en escena el ingeniero Eduardo Raygada Morzán (primo del anterior Raygada), a quien entrevistamos en noviembre de 1993 en Caracas en su rol de Embajador recientemente nombrado por el chino:

«Es curioso, mi relación con Venezuela data de muchísimos años. Mucho antes incluso de que muchos de nosotros pensáramos algún día venir a vivir a Caracas. Como ingeniero civil participábamos en la Cámara Peruana de la Construcción que anualmente tenía unos Congresos de la Industria de la Construcción, invitados por la Federación. Por esas cosas de la vida la delegación venezolana siempre estuvo muy ligada a la peruana. Desde entonces conservo amistades con profesionales venezolanos, todos hoy en día de destacadísima actuación. Después por razones de trabajo, como explicaba al principio, fui enviado a Puerto Rico y después de tres años vine a Caracas (año 1976). Había salido de Lima en el 73. Vine con el grupo Rockefeller, una empresa que había sido formada para inversiones en desarrollos básicos de los países. Exclusivamente me avoqué a unas particiones de propiedades inmuebles que el Grupo quería vender. Ese trabajo lo realicé por espacio de año y medio. Luego decidí quedarme en Venezuela un tiempo más. Trabajé un año con el Grupo Mendoza, la inmobiliaria Paragua, que hacía un desarrollo urbanístico muy importante en la isla de Margarita. Finalmente la Confederación Andina de Fomento (CAF) me invitó para asumir la Vicepresidencia de Desarrollo de Proyectos a mediados de 1979. Luego en el año 83, al producirse la vacante del representante de la CAF en Lima, pedí mi asignación, pues vivíamos diez años fuera del país y queríamos regresar. Sin embargo, mis dos hijas se quedaron en Caracas, ya que ambas se casaron con venezolanos y por eso es que tengo, como digo, una raíz muy importante aquí en Caracas».

Sin duda, que su experticia a nivel de la extinta CAF pulieron al máximo los negociados a nivel de la agregaduría comercial entre ambos países, ahora con fujimoristas.

Luego llegamos al “humalismo" y como diría Tulio Loza, “oh”, “oh”, “oh”, tres veces “oh”, un nuevo Raygada fue nombrado por el gobierno de turno, esta vez de supuesta tendencia radical de izquierda, ocupaba el cargo de Embajador del Perú en Caracas, se trataba del sobrino, Luis Raygada Souza-Ferreira.

Como en las últimas horas su nombre ha sido voceado para ocupar el más alto cargo de Cancillería, la prensa peruana y opinión pública a comenzado a preguntarse ¿Quién realmente es este particular personaje que tuvo que presentar su carta de renuncia a la Embajada del Perú a solicitud del Canciller del momento, en tiempos cuando ya Ollanta había abandonado la “gran transformación", pero aún lo acusaban de pro-chavista. Lo cual propició la ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Perú.

¿Se trata de un convencido pro-chavista o socialista? O simple y llanamente se trata de un continuador de la especie de franquicia comercial entre el Perú y Venezuela. Creemos, sin temor a equivocarnos que está más cerca de lo último, porque aunque usted no lo crea, esta dinastía familiar no solo es pro-chavista sino incluso anti-chavista, prueba de ello, el flamante Embajador de Venezuela en Perú nombrado por el propio opositor al régimen chavista, Juan Guiadó, es decir, Carlos Scull “Raygada”, primo del candidato a Canciller.

Estamos ante un círculo cerrado que obedece a una casualidad auspiciada por Cancillería, al margen de la tienda política que ocupe el poder. De allí que Luis se haya enrojecido al máximo lanzándose al congreso peruano por las huestes de Perú Libre y su primo Carlos se haya colocado en el bando contrario de la extrema derecha latinoamericana. Todo un guión para una novela “Vargasllosiana” o “Garcíamarquesa”, si me permiten el término, para cualesquiera de las dos vertientes ideológicas. ¡Casualidades de la vida, cosa más grande de la vida chico!, como diría “tres patines".

No tengo nada en contra de tanta casualidad familiar, tal vez producto de destacados currículums vitae y “excelsas” relaciones sociales, sólo me pregunto: ¿Cómo puede ser posible que habiendo miles de profesionales de gran prestigio y trayectoria peruano-venezolana, estemos supeditados al contrapunteo político de un pintoresco clan familiar? Oído al tambor, asesores del “prosor", no se dejen sorprender, o mejor dicho, no se dejen gobernar.

--

--

JORGE CARRION RUBIO
JORGE CARRION RUBIO

Written by JORGE CARRION RUBIO

Soy tal vez aquella brisa que acaricia tu existencia, es decir, escritor, poeta, periodista, hombre de a pie. Si me buscas en google reconocerás mis pasos…

No responses yet