LA ERA BIDEN-HARRIS
Aunque para algunos medios de comunicación pro-republicanos, el contrapunteo continuará por unos días más, para la gran mayoría de electores norteamericanos, la era BIDEN-HARRIS comienza a sentirse en el medio ambiente social estadounidense.
Nuestros medios no podían ser ajenos a tremendo descenlace que ha tenido literalmente en vilo al planeta tierra por más de cuatro días, con la incertidumbre de conocer al vencedor del proceso electoral 2020, más aún en medio de un constante triunfalismo de ambos bandos. Pero las matemáticas no permiten errores en base a especulaciones de fraude, se requieren pruebas contundentes que hasta el momento brillan por su ausencia.
Lo cierto es que hay un vencedor y lo que no parece claro es que haya un vencido. Da la impresión que los más derrotados han sido las encuestadoras que hablaban de un abismal triunfo de Biden sobre Trump. Ninguna apostó por este final de fotografía que a la postre se ha generado entre Demócratas y Republicanos. Dato que serviría para aseverar que realmente no hay un vencido a la vista, pues más allá de los manotazos de ahogado que presente Donald Trump en esta elección, hay muchos que creen que dentro de cuatro años será una vez más el sparring de Harris, si es que la flamante vicepresidenta hace un buen gobierno al lado de Biden, y cuidado si el sparring termina siendo un retador de peligro.
Esta última aspiración política a futuro debe ser la razón que llame a la calma a Trump y sus correligionarios por el bien del pueblo norteamericano, de lo contrario estaríamos configurando escenarios de confrontación racial, xenofobia, delincuencia, etc., y eso en el fondo, ni el más osado seguidor republicano pretende para la paz interna y externa de uno de los países más importantes del orbe. Los republicanos deben conformarse con observar el panorama no tan claro que tiene Biden como reto gubernativo, donde se han filtrado los extremistas de izquierda alrededor de una candidatura supuestamente revolucionaria, transformadora. No tardaremos en darnos cuenta que todo aquel idealismo utópico hacia un supuesto socialismo americano, fue sólo parte del discurso de campaña por llegar al poder por el poder. Ni Obama en su mejor momento se acercó a reivindicar las aspiraciones del pueblo pobre, así es que lo más probable es que tengamos una vez más un saludo a la bandera por parte del partido Demócrata.
Entre tanto, hay que tejer con cuidado los hilos de la nueva era Biden-Harris, donde se dice, se comenta, se arguye que por primera vez en su historia Estados Unidos tendrá a ciencia cierta una mujer Presidenta. Muchos dudan de lo poco que pueda hacer Biden por evitarlo, debido a su edad y a sus constantes devaneos incluso a la hora de hilvanar sus ideas. El tiempo corto que se nos viene encima lo dirá. Se acabaron las especulaciones, los contrapunteos desafiantes, las escaramusas políticas. Trump castigó a Biden con todo tipo de golpes, hasta golpes bajos llegaron a la humanidad del candidato Demócrata. Pero, resistiendo también se gana, una nueva prueba a lo Mandela o Gandhi nos arroja el final fotográfico del proceso electoral gringo.
Ha llegado la hora de gobernar por encima de las diferencias y desplantes xenofóbicos asumidos por Trump a lo largo de estos últimos cuatro años. No está mal el comienzo anunciado por el flamante Presidente norteamericano Joe Biden: “seré un Presidente para todos los Americanos”.
