MOMENTOS DE CONTRAPUNTEO POLÍTICO “INCARIBE” A PROPÓSITO DEL MES PATRIO PERUANO-VENEZOLANO

JORGE CARRION RUBIO
24 min readJul 18, 2022

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He sido testigo de episodios “llaneros incas” entre anecdóticos y serios desde tiempos de Fujimori, Alan García, hasta los de Ollanta Humala, PPK y Vizcarra. A continuación un recuento de ello.

Archivo del programa “Buscando América” con Jorge Carrión Rubio en las ondas de Radio Sintonía 1420 AM de Caracas.
Jorge Carrión Rubio en la ondas radiales caraqueñas platicando con jóvenes argentinos que visitaban el proceso bolivariano.

AUSENCIA PRESIDENCIAL PERUANA EN V CUMBRE PRESIDENCIAL ANDINA

Recién se estrenaba en el cargo Alberto Fujimori y pretendía acudir a la V Cumbre Presidencial Andina a realizarse en el Caracas Hilton, entre el 17 y 18 de mayo de 1991, hoy Hotel Alba Caracas, pero el congreso de turno no le otorgó el beneplácito para el viaje, de modo que fue representado por su consorte Susana Higuchi de Fujimori. Aún no eran tiempos de Keiko. Alcanzamos a abordar a la primera dama y percibimos una sencilla mujer que sólo pretendía una representación nominal más allá de ser alagada literalmente por “el puma” José Luis Rodríguez, quién anduvo muy entusiasmado por conocerla pues planificaba dar algunos conciertos próximamente en la ciudad de Lima. No cayó tan bien la ausencia del mandatario para los efectos de la Cumbre. Allí nos encontramos con el tristemente célebre Hernando de Soto que fungía como el gran asesor presidencial que tenía la clave para solucionar el problema de la economía informal que aquejaba al Perú de aquellos tiempos. Él fue quien realmente representó al mandatario.

NUEVA AUSENCIA PRESIDENCIAL INCA EN EL CARIBE

Jorge Carrión y un grupo de periodistas en pleno desembarque de helicóptero que los transportó de Caracas al campo de Carabobo, y luego a ciudad de Cumaná, sede de la inusitada Cumbre a donde llegaría el entonces Presidente del Perú, Ing. Alberto Fujimori Fujimori.
Jorge Carrión Rubio rumbo al Campo de Carabobo y luego a Cumaná.

Pasaron los años y comenzaron las verdaderas tensiones (1995). Desde Lima se anuncia que “el mandatario peruano no podrá acudir a una nueva Cumbre andina a realizarse en Caracas”, debido a que debe estar al frente de la conflagración bélica que se suscita en la cordillera del cóndor, entre Ecuador y Perú. Desde las huestes ecuatorianas que por su cercanía habitable con la zona de conflicto recepcionaba a los corresponsales “de guerra”, informaban que “La vuelta a los combates en la cordillera del Cóndor coincidió con largas conversaciones entre los cuatro países garantes de la división fronteriza entre Ecuador y Perú -Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos- que, aunque no lograron resultados definitivos, destacaron el logro de “progresos muy positivos”. Guatemala, entre tanto, sugirió en Washington una urgente convocatoria de los ministros de Exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA) para buscar el fin del enfrentamiento”. Sin embargo, a los oídos de Caracas llegaban notas de prensa de los corresponsales de guerra alojados en territorio ecuatoriano que describían a Perú como el lobo y a Ecuador como la caperucita del conflicto, eran tiempos de César Gaviria como Secretario General de OEA: “Estamos preparados porque no es la primera vez que los peruanos nos atacan a traición”, redactaban la versión de un coronel ecuatoriano de apellido Grijalba. No quedaba otra alternativa que plantear una cumbre posterior a la que el mandatario peruano tras no acudir fue acusado de propiciador del conflicto. Así llegamos a Cumaná en un vuelo de la fuerza aérea venezolana, acompañando al mandatario peruano que hizo un toque técnico histórico en el campo de Carabobo, donde fue investido con la orden del sol por el entonces gobernador Salas Romer. Caldera y Sixto Durán de Ecuador, lo esperaban en la tierra de Antonio José de Sucre, una tarde soleada donde te das cuenta que no puedes estar en otro sitio más caliente, no sólo por su clima sino por su gente cariñosa y receptiva. Fujimori intentó despejar las dudas que existían en torno al conflicto y Perú pasó de agresor a ser considerado como el país que pretendía despejar los problemas limítrofes a nivel de la corte internacional de La Haya, como años después se concretó.

CASO MONTESINOS

Era octubre de 2000 y en un parpadear de ojos Vladimiro Montesinos huyó del país con rumbo desconocido para finalmente ser capturado el 24 de junio de 2001 en las afueras de Caracas, tras producirse una crisis diplomática entre Perú y Venezuela.

Muchos caraqueños se preguntaban pero, ¿quién es este?. No tenían ni la menor idea de que se trataba del hombre fuerte de Perú, buscado a nivel de Latinoamérica y solicitado por Interpol, por delitos de corrupción, extorsión, lavado de dinero, narcotráfico, tortura, tráfico de armas, terrorismo, violación de los derechos humanos, y mejor paremos de mencionar las razones delincuenciales de su búsqueda. Era una «una oveja descarriada», como dicen sus biógrafos, que no terminó su carrera, además de tener una «muy cercana relación con el alcohol». Había logrado graduarse en la Escuela Militar de Chorrillos, en Lima, a la edad de 20 años, y luego llegó hasta el grado de capitán. Pero todo se derrumbó dentro de “Vladi”, como anecdóticamente lo denomina la prensa peruana, cuando en 1976 es acusado por el servicio de inteligencia del ejército por espionaje y traición, asegurándose que “el doc”, como también lo llaman, llegó a compartir documentos militares con la Embajada de Estados Unidos en Lima. «Fue expulsado (del ejército). Estuvo preso y se le hizo un juicio, pero salió relativamente bien librado porque podía implicar a muchos militares de más alto rango que él», detalla a BBC Mundo Luis Jochamowitz, periodista y autor de los libros «Ciudadano Fujimori» (1994) y «Vladimiro: Vida y tiempo de un corruptor» (2002). El Consejo Supremo de Justicia Militar lo condenó por «falsedad y desobediencia» en 1977. Pero “el doc” renovó su imagen y reapareció poco después con un título de derecho, incorporándose al Colegio de Abogados de Lima.

Tras la llegada al poder de Alberto Fujimori en 1990, llegaría el momento de esplendor de Montesinos. Nació un idilio político en plena campaña electoral donde el novel abogado defendió al entonces candidato tras haber sido acusado de fraude. De esta manera “el doc”, inició su ubicación estratégica en el poder político peruano tras asumir el mando Fujimori, se hizo cargo de los organismos de seguridad e inteligencia del estado, llegando a ser considerado como “el poder detrás del poder” por varios medios de prensa peruanos.

Fueron diez años de un idilio político casi perfecto, hasta que en el año 2000 comenzó el escándalo de los “vladivideos”, una colección de videograbaciones elaboradas por el propio “doc”, en las que se le observa sobornando a políticos y empresarios de renombre.

La imagen que le dio la vuelta al mundo es una en la que se muestra al “doc” ofreciéndole dinero al congresista Alberto Kouri para que “saltara la talanquera” como se suele decir en Venezuela a los políticos que cambian de partido como cambiarse de camiseta, y pasara a las huestes del partido de gobierno, el extinto “Perú 2000”.

En opinión de Jochamowitz, el “doc” implantó una nueva patología, un nuevo síndrome, mucho más agudo que el de estocolmo, o que el de Lima, suscitado en la Embajada del Japón; es decir entre la similitud entre estos dos síndromes donde en el de Estocolmo el secuestrador siente simpatía por el secuestrado y en el de Lima ocurre todo lo contrario, o sea el secuestrado siente simpatía por su captor, caso del ex presidente Francisco Sagasti, quien recibe un autógrafo de su captor Cerpa Cartolini tras la toma de rehenes en la Embajada del Japón, por parte del MRTA. Llegamos al “síndrome de los vladivideos”, porque el doc “era un grabador compulsivo de reuniones. Una de esas cintas, una de las menos importantes, se divulgó por la televisión. Aparecían cerros de dinero, literalmente cerros, fajos gigantes», recuerda el periodista.

Vladi en Venezuela

Como ya lo he contado en algunas tertulias académicas, por aquellos tiempos salíamos al aire en la ciudad de Caracas, vía Radio Sintonía 1420 AM del recordado Raúl Vallejo y a su vez por Ávila 91.9 FM del también recordado Asdrubal Zurita. Pero fue en Sintonía donde lanzamos al aire la certeza de que “el doc” se encontraba en Venezuela. Nuestra información no sólo fue auditiva, sino también escrita. Difundimos una pequeña revista con el rostro de Montesinos en la portada y la recompensa del caso dando por hecho que “el doc” estaba en Caracas. El gobierno venezolano lo negaba y los murmullos de que podíamos meternos en problemas con el régimen no dejaban de escucharse.

Nuestra versión de que Montesinos estaba en Venezuela tomó fuerza, lo cual desató tensiones entre Caracas y Lima. Para las navidades de aquel año, tanto la prensa como los políticos peruanos acusaban al gobierno venezolano de proteger al “doc”. Venía a nuestra mente aquella intentona golpista de años atrás que llevaron a un grupo de militares venezolanos a aterrizar de emergencia en suelo peruano, específicamente en Iquitos, con el beneplácito del poder detrás del poder peruano, de Vladimiro Montesinos Torres.

Tras “el doc”

No se podía seguir tapando el sol con un dedo, así es que finalmente tras haber negado en varias ocasiones la presencia de Montesinos en Venezuela, el gobierno de Hugo Chávez, representado por su Ministro del Interior, Luis Miquilena, en abril de 2001, admite que el prófugo de la justicia peruana “había estado” en tierras llaneras, certificando que “el doc” habría sufrido una transformación facial para pasar desapercibido tras someterse a una cirugía en una clínica caraqueña.

El Ministro venezolano se habría visto obligado a dar por hecho esta presencia del prófugo peruano, luego de difundirse una información que aseveraba la presencia de Montesinos en el “Hato Piñero” en Cojedes. En una entrevista postrera con la BBC ofrecida poco después de la captura del exasesor de Fujimori, el exministro del Interior y de Justicia de Venezuela, Luis Miquilena, dijo que no se descartaba que algunos miembros de la policía podrían haberlo protegido, pero desestimó que el gobierno de Chávez lo hubiera hecho.

Se afirma, se comenta, se arguye que Montesinos habría perdido sus facultades, el control sobre su propia libertad, al caer en manos de un grupo que lo único que hizo fue extorsionarlo hasta sacarle el último centavo. Y ante la presión internacional se vieron obligados a entregarlo para que finalmente regresara prisionero a tierras incaicas. Así lo aseveran periodistas como Patricia Poleo, tras su investigación del caso Montesinos que le valió el Premio Rey de España en el 2001.

Fue el propio comandante Chávez quien confirmó la captura del doc el domingo 24 de junio: «Agarramos a Montesinos, anoche, en Caracas. Está en este momento detenido, ya di las instrucciones al ministro del Interior, Luis Miquilena, para comenzar todos los trámites y devolverlo, en menos de lo que canta un gallo, para ponerlo a la orden de las autoridades de la República del Perú».

Desde entonces, Montesinos ha enfrentado juicios por más de 60 cargos. En la actualidad cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes contra los derechos humanos, emitida en 2010 y que culminará en junio de 2026. Se encuentra recluido en una cárcel de máxima seguridad que él mismo paradójicamente mandó a construir en los años 90 (Base Naval del Callao) para hacerle la vida imposible al líder terrorista Abimael Guzmán.

Evo Morales, Hugo Chávez y Ollanta Humala en Caracas

EL DIA QUE CHÁVEZ CONFUNDIÓ EL HIMNO DE BOLIVIA CON EL DE PERÚ

El 28 de enero de 2007 el entonces Presidente Alejandro Toledo lanzó una guerra verbal contra el mandatario venezolano Hugo Chávez, afirmando que le iba a enseñar literalmente a cantar sin errores el himno nacional del Perú. Chávez días antes había confundido el himno de Bolivia con el de Perú cuando lo cantó ‘a capella’ en presencia del entonces presidente de Bolivia Evo Morales y del aún candidato nacionalista peruano Ollanta Humala, en una ceremonia realizada en Caracas, el 3 de enero de aquél año. Eran tiempos donde Ollanta Humala ganaba adeptos identificados con los procesos de cambio que se lideraban desde tierras llaneras y donde Chávez veía con buenos ojos prolongar sus causas revolucionarias hacia el Perú.

Sin embargo, aquel traspiés escénico trastocaba las sagradas notas musicales del himno patrio peruano. Gente muy cercana al Comandante percibió su irremediable descontento con el mismo tras leer la prensa de aquellos días subsiguientes donde Toledo declaraba: “El presidente Hugo Chávez fue elegido para gobernar Venezuela, no para gobernar América Latina”.

Todas estas declaraciones no habrían tenido mayor peso si no se hubieran pronunciado delante del Gobernador del Estado de La Florida ‘Jeb’ Bush, quien visitaba Lima. Todo este contrapunteo estalló cuando Hugo Chávez anunció su abierto apoyo a la candidatura de Humala, lanzando duras críticas contra la candidata de derecha Lourdes Flores Nano. Lima llamó a consulta a su Embajador en Caracas, calificando de “injerencia” las expresiones del Comandante.

Días después en un acto realizado en la Casa de Bello, tuvimos la oportunidad de acudir a un acto cívico donde se tenían que entonar los himnos de los países bolivarianos y Chávez se reivindicó entonando las sagradas notas del himno nacional peruano, no sólo cantando el coro, sino las seis estrofas y sin mayor apoyo que el de su memoria. Demostró que su paso por la escuela militar de Chorrillos cuando cadete no había sido un acto subconsciente. El Cónsul peruano en Caracas de aquel momento, Julio Florián, en medio del acto protocolar, alcanzó a susurrarnos: le podemos lanzar las criticas más ácidas, pero vaya memoria que se maneja el comandante. Ni yo que soy peruano me sé las seis estrofas.

Chávez y Alan en plena Cumbre con Uribe Vélez y Evo Morales, entre otros.

CONTRAPUNTEO DE GRANDES DEMAGOGOS

Sin duda tanto Hugo Chávez Frías como Alan García Pérez, cada uno a su estilo, han sido dos de los presidentes más demagogos de los últimos tiempos en Latinoamérica. Ambos “encantadores de serpientes”, literalmente dormían a su audiencia con extensas peroratas proselitistas y reivindicadoras. Por cosas del destino, ambos dejaron de existir, se podría decir, cada uno sin estilo, porque ni el comandante imaginó alguna vez terminar inflamado producto de las quimioterapias que intentaron salvarle la vida, ni el aclamado presidente más joven de la historia peruana imaginó quitarse la vida de un tiro en la cien en el ocaso de su carrera política.

Y como era de esperarse estas dos bestias discursivas llegaron a agarrarse pico a pico como lo comento en algunas páginas de mi libro anecdótico “Hugo Chávez: somos libres seámoslo siempre”, que nos guste o no forman parte de nuestra historia (He aquí un extracto):

LADRÓN DE SIETE SUELAS

Comenzaba a irse del poder Alejandro Toledo, con quien si bien es cierto no llegó a compenetrarse mucho el Comandante en el discurso, ni más allá de las cámaras en la intimidad de la amistad, y comenzaba al mismo tiempo a aparecer la figura desgarbada de Ollanta Humala Tasso, gracias al impulso político que públicamente lo daba a conocer Hugo Chávez Frías en enero del 2006:

«Quiero saludar la presencia de un soldado peruano que hace varios años condujo una quijotada, un Quijote»… «Cómo ocurrió aquella acción de octubre del 2000. Un grupo de soldados, un gesto de rebeldía en un campo donde unas empresas transnacionales se habían adueñado de riquezas de aquel hermano país». «Unos muchachos entregados a esa batalla que nos une, el nacionalismo, el rescate de los recursos naturales, el rescate de la soberanía, enfrentar la amenaza del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), exigir respeto a nuestros pueblos»… «Saludo en ti a la estirpe peruana».

Señalaba Chávez agradeciendo la presencia de Humala Tasso y su esposa, durante una ceremonia que se realizó en el Palacio de Miraflores, en reconocimiento del electo mandatario boliviano Evo Morales, quien en diciembre del 2005 había sido elegido por su pueblo y que se aprestaba a asumir aquel 22 enero de 2006 la Presidencia de Bolivia.

Más adelante apoyando la campaña de su par militar peruano, se atrevió a arengar a los descendientes Incas a que voten por Ollanta Humala, lanzándole las más fuertes ofensas al también candidato del sistema Alan García Pérez.
Desde aquí te mando un mensaje compañero y camarada Ollanta Humala, con más razón ahora te digo, tienes que ganar Ollanta, no por ti, sino por el Perú. Dios libre al Perú de un bandido como éste, como Presidente. Dios libre a nuestro hermano pueblo peruano de un truhán como éste, de un corrupto de siete suelas como lo es Alan García, el Carlos Andrés Pérez del Perú. Dios libre al Perú, a su esencia, a su pueblo, a su gloria… Entonces aquí, ah, aquí se metió con Evo también, no te digo a él le dieron la orden en Washington y arremetió, sólo que creo que va a terminar estrellado. El ex Presidente y líder del partido Aprista peruano añadió que tanto Chávez como el jefe de Estado de Bolivia Evo Morales, representan, dijo, modelos políticos agotados… ¿qué te parece Daniel?, y son perdedores históricos. Vamos a ver Alan García, a ver, como es que dice el dicho popular, el que ríe de último ríe mejor. Estás condenado a la derrota Alan García. Ollanta Humala, adelante compañero. ¡Viva Ollanta Humala! (la gente grita viva), ¡viva el Perú pueblo hermano! Desde aquí un saludo y todo mi respeto al pueblo hermano del Perú y sobre todo a los más pobres del Perú… a las mujeres peruanas, a la juventud peruana, a los trabajadores peruanos, a las trabajadoras, a los estudiantes, a los intelectuales, a los campesinos y ¡al pueblo indígena descendiente de Túpac Amaru, ese mártir de América!

Este mensaje, como era costumbre, lo hizo en cadena nacional a través de todos los medios de comunicación venezolanos el Comandante desde el Teatro Teresa Carreño de Caracas. La pugna política lo había llevado a inmiscuirse en la campaña hacia el poder de la hermana República peruana. Sacaba del anonimato a un Comandante como él que había causado cierto enérgico reclamo al gobierno antidemocrático de Alberto Fujimori, años atrás y que ahora parecía venderse a la mejor usanza del emergente chavismo, que ya tenía a Evo Morales como aliado boliviano, que apostaba por Ortega en Nicaragua, y que se codeaba con Lula da Silva y Néstor Kirchner, entre Brasil y Argentina, respectivamente.

La campaña peruana trascendió las fronteras y la oposición venezolana hizo suyos los mensajes contra el Presidente Chávez, propalando los discursos en vivo por medios privados del agredido hijo peruano de Carlos Andrés Pérez:
Nosotros no queremos ser satélites ni de una potencia imperial mundial ni de un satélite petrolero de la potencia imperial mundial y lo que yo le he dicho a Chávez directamente es que se deje de dar lecciones a los peruanos. Los peruanos no aceptamos las lecciones de una persona que no tiene ni autoridad moral ni autoridad política para darnos lecciones, por cuanto como he demostrado es el gran vendedor de petróleo y el gran proveedor de petróleo para los Estados Unidos. Vende a los Estados Unidos inmensa cantidad de petróleo y tiene asegurado el ingreso que le dan los norteamericanos comprándole su petróleo. Es más reinvierte dentro de los Estados Unidos a través de la empresa SITGO en miles de grifos y estaciones de venta de gasolina de los EE.UU., de manera que se beneficia muchísimo del comercio con los EE. UU., pero viene a decirle a Colombia, Ecuador a Perú y a otros países que no hagan comercio con los EE.UU. A mí me parece eso de una intromisión inaceptable. Y él está acostumbrado a maltratar a los venezolanos porque tiene todo el dinero del mundo y a las Fuerzas Armadas que lo respaldan, pero en el Perú la situación es diferente, y si quiere polemizar conmigo estoy dispuesto a hacerlo a través de CNN, si todavía está el periodista de CNN aquí, estoy dispuesto a hacerlo. Pero polemicemos sobre los modelos económicos que él tiene en Venezuela y polemicemos respecto a qué pasaría si Venezuela no le vende petróleo a los EE.UU. El quiere que el Perú no negocie con EE.UU., bueno, señor Chávez le repito mi invitación, no venda usted petróleo a los EE.UU., y vamos a ver si puede repetir lo que ha venido diciendo respecto a los tratados de comercio con Europa, con China y con los EE.UU. Es muy fácil dar lecciones cuando se tiene el estómago lleno de petróleo.

Este contrapunteo político no sólo terminó en los prolegómenos de las elecciones que finalmente llevaron por segunda vez a la presidencia peruana a Alan García en el Perú, sino que se prolongaron un tiempo después a través de las alocuciones del Comandante Chávez.

“A Ollanta (Humala) yo creo que lo robaron (…) creo que le hicieron fraude”, afirmó el domingo 24 para el canal venezolano Promar el Presidente. Chávez recordó que cuando García ganó las elecciones, dijo en alusión suya: “Aquí hay un gran derrotado: el tirano del Caribe”, y que luego quiso minimizar estas afirmaciones al precisar que eran parte del pasado y ya habían sido olvidadas. “¿Olvidar yo? No. Si allá no hay dignidad aquí sí hay dignidad”, manifestó tras precisar que el desacuerdo que mantiene García “no va a llevar a la ruptura de relaciones” entre Perú y Venezuela. “Seguiremos comerciando con Perú, tenemos relaciones profundas con ese pueblo hermano y hay un movimiento indígena y sindical que estuvo a punto de llegar a la presidencia”, indicó. Del mismo modo, Chávez arremetió contra el presidente electo de México, Felipe Calderón, al precisar que tanto él como García utilizaron su imagen de manera grotesca para apoyar a los contrincantes de Andrés Manuel López Obrador y Ollanta Humala.

A su turno el Canciller peruano, José García Belaúnde afirmó por aquellos días que Chávez demostraba ignorancia del proceso político peruano. Textualmente explicó: las recientes declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, respecto a las últimas elecciones peruanas demuestran su “absoluta ignorancia” del proceso político peruano.

“Hay una absoluta ignorancia de lo que es el proceso político peruano (…). Allá (en Venezuela) hay 70% de abstención y nadie dice nada”, señaló en declaraciones a la prensa. García Belaunde indicó que Chávez tenía miedo de lo que podía ocurrir con su candidatura en las elecciones presidenciales venezolanas de ese diciembre, y por ello- agregó- iba creándose enemigos en diferentes países. Insultaba al presidente de Estados Unidos, desconocía el triunfo de Felipe Calderón en México y ponía en duda el triunfo de Alan García en el Perú. “No es un problema nuestro”, concluía.

El titular de Relaciones Exteriores señalaba que veía lejana la posibilidad de que Perú y Venezuela normalizaran sus relaciones. “Nosotros tuvimos la voluntad de superar esta etapa y si el presidente Chávez no la tiene, dejemos las cosas donde están”, concluía.

Hasta el JNE de Perú rechazaba por aquellos días las expresiones del presidente Chávez sobre las elecciones. Las calificaba como “irresponsables, superficiales y carentes de sustento”, los comentarios del presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien había cuestionado los resultados de aquellas elecciones presidenciales en el Perú. Enrique Mendoza, titular del JNE, insinuó que presentaría una queja ante el Gobierno, a través de la Cancillería, para que se eleve el malestar ante organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Reafirmó que los resultados de aquel proceso electoral, que tuvo como ganador a Alan García (Partido Aprista), fueron limpios y transparentes. Mendoza agregó, por el contrario, tener información que en Venezuela las elecciones no son desarrolladas de manera “transparente”.

Días después el presidente García había afirmado que estaba dispuesto a entrevistarse con el presidente (Hugo) Chávez. “No hubo respuesta en estos dos meses que estamos en el gobierno. Entonces dejemos las cosas así”, dijo el canciller en un encuentro con la prensa extranjera en Lima. “Creo que hay una utilización política de este tema en Venezuela y esa utilización política va a terminar después de las elecciones (del 3 de diciembre)”, agregó.

Así las cosas, las relaciones diplomáticas entre Lima y Caracas estaban afectadas por la áspera relación entre sus gobernantes desde las elecciones peruanas y del retiro de los respectivos embajadores.

El canciller peruano señalaba que se debía esperar el resultado de las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que Chávez se postulaba a la reelección. “Creo que una vez pasadas las elecciones en Venezuela tendremos otro panorama y otra actitud del gobierno venezolano, no creo que éste tenga alguna iniciativa en estos momentos (para normalizar las relaciones diplomáticas con Perú) porque creo que está concentrado en su tema político”, indicó. “No sé si de repente imaginan que no le hace bien a la campaña un cambio de actitud”, añadió.

Hasta el entonces Canciller venezolano Nicolás Maduro Moros arremetió contra su par peruano. Lamentó las declaraciones de su homólogo peruano, José Antonio García Belaúnde, sobre el presidente Hugo Chávez Frías, y afirmó que era “un grandísimo hijo de la oligarquía”. “Es muy lamentable que un canciller, que se dice sudamericano, asuma esta posición en contra de Venezuela y mantenga un tono de declaración ofensivo en contra del jefe del Estado venezolano”, dijo Maduro según una nota de su despacho. El canciller venezolano agregó que esas declaraciones “mantienen la línea de ataque, de ofensas, contra el jefe de Estado venezolano y contra nuestro país”. Esas declaraciones no son “otra cosa que la herencia que la oligarquía peruana ha dejado a sus hijos. Podemos decir que el canciller del Perú es un grandísimo hijo de la oligarquía peruana”, añadió.

“En ese sentido, es un grandísimo hijo de la oligarquía peruana con todos sus atributos, de hipocresía, desprecio y racismo”, insistió. Chávez sufrió “varias derrotas en pocos días, varias derrotas en muy poco tiempo: en Perú, Ecuador, Naciones Unidas; dejemos que lama sus heridas”, había dicho el canciller peruano el jueves. “Creo que hay que dejar que el presidente Chávez lama las heridas de su derrota”, agregó entonces García Belaúnde a periodistas, al margen de la visita que el presidente peruano Alan García realizaba a Brasil.

Maduro rebatió que Chávez haya sido derrotado argumentando que aún cuando no obtuvo el puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fue acompañada por el “80% de América Latina y el Caribe” en las votaciones.

Y el contrapunteo tuvo respuesta por parte del gobierno peruano. El propio mandatario Alan García Pérez declaró en Brasil: No soy Antichávez. Aseguró que jamás había pensado que el objetivo de su vida sea ser el ‘Antichávez’ en la región. “Tengo objetivos mayores. Creo en un desarrollo social con empleo y crecimiento. Si eso se diferencia de lo que dicen otras personas, allá ellas”, afirmó.

Finalmente, en Cochabamba, Bolivia, García y Chávez zanjan diferencias y públicamente dicen ser amigos. El presidente Alan García dijo que encontró que tiene “una buena relación o, como se dice, una buena química”, con su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez. Asimismo consideró como un “capítulo cerrado” las desavenencias con su hasta ese momento enconado adversario en la región.

En las deliberaciones en la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que se celebró en la ciudad boliviana de Cochabamba, el mandatario peruano comenzó su disertación felicitando al espíritu de unión de todos los países de la región, que lo llevó a zanjar las diferencias.

Ese espíritu “nos permite fortalecer esa unión cerrando un capítulo de incomprensión y un capítulo de enfrentamientos sin sentido, que hemos dado por terminado con mi amigo y compañero Hugo Chávez”, anunció provocando aplausos de los mandatarios de la región y de las delegaciones asistentes a la cita. “Y con eso le hacemos el homenaje a Bolívar”, agregó al referirse al líder independentista del siglo XIX que lleva el título de Libertador de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela por haber luchado por la independencia de esos países.

El recién reelecto presidente Chávez había dejado abierta una posible conciliación con el mandatario peruano, si éste último mostraba actitud similar, luego del prolongado entredicho verbal por diferencias ideológicas y sobre acuerdos comerciales. Entonces, cuando le tocó el turno en la cumbre, no tardó en llamar a su homólogo “Alan, amigo mío desde hoy”.

Ambos presidentes, quienes según testigos estuvieron juntos y sonrientes en una cena oficial aquel viernes cochabambino, donde acuñaron juntos unas monedas conmemorativas, se dieron la mano en público el sábado tras la ceremonia de fotografía oficial de la cumbre, en un pequeño teatro al aire libre del Palacio de Portales.

En ese mismo lugar y ante las cámaras, dialogaron en voz baja durante unos cinco minutos, para terminar posando abrazados con el mandatario boliviano, Evo Morales.

En breves declaraciones a la prensa, García dijo que entre él y Chávez hay “buena química” y confirmó que el viernes tuvieron ocasión de intercambiar ideas y saludos.

“Creo que hay una buena relación, y de nuestra parte una buena química. Finalmente los dos tenemos un sentido social, cada uno desde su realidad, de sus modos de producción en su país. Entiendo que ambos queremos que los beneficios del desarrollo alcancen a los más pobres y a los excluidos”, concluyó.

Lo reflexivo de todo este contrapunteo político entre Venezuela y Perú de los últimos tiempos aconteció tras el fallecimiento del líder de la Revolución Bolivariana Comandante Hugo Chávez Frías, cuando muchos políticos peruanos que lo adversaban afirmaron, como el hermano del entonces Canciller Belaúnde, el popular “Vitocho”, actual congresista Víctor Andrés García Belaúnde, que «La figura de Hugo Chávez será irrepetible y, como es lógico, habrán imitadores, pero no creo que tenga un sucesor ni en Venezuela ni en América Latina…», «Lamentamos la muerte de Chávez como peruanos, cristianos y latinoamericanos. En esa línea, trasladamos nuestro saludo de solidaridad y nuestras sentidas condolencias a todo el pueblo venezolano sin ninguna excepción», «Yo creo que Chávez es insustituible, porque tenía una serie de elementos que no tienen ni Evo Morales (Bolivia) ni Rafael Correa (Ecuador)…».

Canciller Roncagliolo provocó nueva ruptura de relaciones diplomáticas entre Perú y Venezuela en tiempos de Maduro.

MADURO LLAMA A CONSULTAS AL EMBAJADOR VENEZOLANO EN PERÚ

Los contrapunteos políticos entre Perú y Venezuela han continuado tras la era Chávez, con Nicolás Maduro como protagonista. En mayo de 2013, es llamado a consultas el embajador venezolano en Perú, Alexander Yánez por el nuevo huésped del Palacio de Miraflores. La razón, algunas declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Rafael Roncagliolo, que fueron calificadas de “injerencistas”.

Puntualmente el canciller peruano dijo que el Perú venía promoviendo una declaración de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur, sobre la situación venezolana, solicitando al Ejecutivo de Maduro “tolerancia y diálogo”.

Al respecto Maduro advirtió que el otrora comandante pro-chavista Ollanta Humala, tras haber llegado al poder, traicionaba el proceso revolucionario bolivariano, de tal suerte que esperaba que no sea la posición oficial del gobierno peruano, “pero yo debo decir claramente al canciller del Perú que no se meta en los asuntos internos de Venezuela”, puntualizó Maduro, aseverando que el canciller venezolano, Elías Jaua, protestará ante Perú si Roncagliolo no se retracta.

Nuestra Fundación Universidad Hispana por aquellos tiempos venía promoviendo sus actividades culturales en tierras llaneras llegando a ser congratulado en una de sus visitas por el propio Canciller peruano, lo cual produjo miradas amenazantes y reglajes a nuestra representación cultural en Venezuela.

Carta del ex Canciller Rafael Roncagliolo (Q.E.P.D.) a nuestras instituciones culturales en Venezuela.

EL ÚLTIMO LLAMADO A CONSULTAS DE UN EMBAJADOR PERUANO EN VENEZUELA

Jorge Carrión Rubio y Mario Juvenal López Chávarri en la Embajada del Perú en Caracas.

Se trata del que llegó a ser Ministro de Relaciones Exteriores del Presidente Vizcarra, nos referimos a Mario Juvenal López Chávarri. Como lo apuntamos hace unos años:
Al filo del precipicio existencial del que llegó a Palacio por obra y gracia del espíritu político confrontacional entre PPK y Keiko, en el abismo de su periodo gubernativo producto de la pandemia sanitaria y del desmadre de casos de corrupción que lo circundan produciendo un desgaste político en su tristemente célebre gabinete anti-Covid, en medio de un cúmulo de muertes atroces que son los titulares inevitables de la prensa amarillista y no amarillista, en el año extremo previo al bicentenario de la independencia patria y a puertas del 28 de julio, el Presidente Vizcarra acaba de lanzar sus nuevas piezas de ajedrez para intentar cerrar un círculo que cada día que transcurre se le torna más vicioso.

Allí ubicamos a Don Mario Juvenal López Chávarri, nombrado como nuevo Ministro de Relaciones Exteriores para esta etapa final del periodo gubernativo de Vizcarra. Al parecer hombre de confianza del nuevo Premier Pedro Cateriano, pues cuando este conocido personaje político el año 2012 asumió el Ministerio de Defensa en el gobierno de Ollanta Humala, López Chávarri se desempeñó como director general de Relaciones Internacionales de ese sector. Años después fue nombrado Embajador del Perú en Venezuela y en ese trámite de funciones alcanzamos a conocerlo en Caracas donde llegó para llenar un vacío polémico que había dejado su predecesor, Luis Enrique Raygada Sousa Ferreira, quien se hizo embajador no por diplomático sino por favores políticos prestados al clan Ollanta-Nadine, y terminó provocando la ruptura irreparable de relaciones diplomáticas entre incas y caribes, como podemos apreciar en los reportes de la época. (También anexamos la carta de renuncia del susodicho).

Este fue el clímax político que tuvo que calmar a su llegada a Caracas, el hoy Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Mario López Chávarri.

Este fue el clímax político que tuvo que calmar a su llegada a Caracas, el hoy Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Mario López Chávarri.
Más adelante en su gestión, sostuvimos una entrevista en la que ya más sosegado, López Chávarri nos detalló parte de su agenda diplomática que permitió retomar las relaciones fraternas entre nuestros dos países hermanos, aunque momentáneamente, porque a la postre tuvo que salir del kremlin caribeño. En nuestra entrevista manifestó ser un conocedor de los clamores de los peruanos residentes en tierras llaneras ante la crisis económica que atravesaba en aquel momento la administración bolivariana. Hizo énfasis en factibilizar la seguridad social, de garantizar el acceso a las remesas familiares, al libre tránsito a pesar del cierre de la frontera con Colombia por parte del gobierno venezolano e hizo un anuncio que se quedó en ilusión, la posibilidad de que se abra una ruta aérea para una línea venezolana que estaría volando directo Caracas-Lima-Caracas a precios solidarios, situación que beneficiaría no sólo a los peruanos en Venezuela sino a los que para ese entonces tan sólo eran 15 mil venezolanos residentes en tierras incaicas. Manejó con pinzas de cirujano la temática política a su paso por Caracas, aunque no pudo evitar sus constantes visitas a gobernaciones opositoras al gobierno chavista, que a larga lo terminaron poniendo en jaque frente al régimen. La gota que rebasó el contrapunteo político se produjo después de la reunión de Kuczynski con el Presidente de EE.UU., Donald Trump. En ese encuentro, el entonces mandatario peruano hizo unas declaraciones bastantes disparatadas, puntualmente dijo, salvo Venezuela, los países de América Latina eran “como un perro simpático que no genera problemas”. Esas declaraciones provocaron la furia de Caracas, que respondió en voz de la canciller Delcy Rodríguez: “El único perro simpático que hay en Latinoamérica es él (Kuczynski), que le mueve la cola al imperio, al igual que el otro que está en la OEA”. El presidente Maduro exigió disculpas a su homólogo peruano, quien se limitó a llamar a consultas a su embajador en Venezuela.

JCR/18/07/2022

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JORGE CARRION RUBIO
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Written by JORGE CARRION RUBIO

Soy tal vez aquella brisa que acaricia tu existencia, es decir, escritor, poeta, periodista, hombre de a pie. Si me buscas en google reconocerás mis pasos…

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