SE NOS FUE EL VALLERO
En memoria del gran Rómulo Guédez
Sin duda eras un poeta llanero Rómulo, el de los versos simples, aquél que se hacía llamar Vallero, por alguna mágica razón, casi Vallejo…
Cuánto amor por el Perú irradiabas en tus versos, más allá de haber nacido en la Córdoba no Argentina, sino Portuguesa, llanera, venezolana. Fuiste nuestro maestro de ceremonias en aquél Mistura Perú Siglo XXI de La Candelaria, en la Cámara de Comercio de Caracas, en la Casa Rómulo Gallegos, en la Sociedad Bolivariana, en la Alianza Francesa y comentarista “vinotinto” en la Copa América Venezuela 2007. Por dónde nuestra Fundación Universidad Hispana irradiara cultura, allí estaba Rómulo Guédez. Son testigos, embajadores y cónsules peruanos, diplomáticos españoles y franceses.
Recuerdo cuando te emocionaste al abrir por primera vez las páginas de tu propio libro: “Cuentos adictos”. Fue la prueba tangible de lo que siempre fuiste, un escritor y poeta de aquéllos. Se hizo realidad y a partir de entonces ya no fue necesario mi asesoramiento porque te convenciste Rómulo que sí era posible publicar tus apuntes tantas veces en el olvido, en el anonimato.
Hoy que celebro los 15 años de mi niña me doy con la triste noticia de tu partida. Y yo que pensaba volver al llano a parafrasear contigo nuestras cuitas y desesperanzas. Y tu que pensabas retornar a la orilla del Océano Pacífico a comerte un buen ceviche. Janoa, Jafet e Ysabel comparten mi tristeza. También Jesusito.
Haz de estar sonriendo como siempre Romulín allá en el firmamento, tras haberte convencido que si hay eternidad celestial y un Dios iluminando nuestras vidas. Porque ahora eres parte de lo eterno, sin duda, un puente poético entre el Mar Caribe y el Pacífico.
Cuando pase por la orilla de esta árida Lima, miraré en lontananza tu sonrisa augusta y alcanzaré a oír tu melodiosa voz cargada de versos y composiciones llaneras en medio de las olas de mar.
Y no podré evitar pensar en voz alta: ¡se nos fue el Vallero, se nos fue! Pero volverás hecho multitudes de valleritos, volverás…
PD. Link del libro de Rómulo Guédez (Q.E.P.D.)