Y por la esquina del viejo barco lo vi pasar…

JORGE CARRION RUBIO
4 min readJan 26, 2023

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En memoria del Capitán de Navío (CN) Freddy José Palacios López (+)

En aquellos tiempos tenía una cita diaria al finalizar la jornada por las ondas hertzianas de una AM caraqueña y Danielita se había inscrito en los cursos de locución que solía dictar a nivel del área metropolitana, habiendo llegado a la instancia de tener su primera experiencia en vivo de salir al aire con un pequeño guion previamente preparado. Llegó minutos antes de la hora programada, acompañada de su impecable padre, el Capitán de Navío (CN) Freddy José Palacios López. Alto, erguido, con su uniforme blanco y sus galones de la armada venezolana iluminó la pequeña sala de espera de la emisora. Acostumbrado a tratar con hombres de armas, tras mi experiencia militar en la Escuela de Sub Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú, sostuve una ligera conversación enfocada en el debut radial de su adorada hija Daniela. Como es natural en este tipo de experiencias, son los padres los más nerviosos antes de la salida al aire de sus hijos. Nos aprestamos a pasar a la cabina para tomar posiciones frente al micrófono. Le sugerimos al CN que se retirara hacia el hall, allí había un parlante por donde podía escuchar en vivo la locución de su hija, pues la presencia de los familiares por lo general más allá de pretender darles confianza, terminaban poniendo nerviosos a los muchachos. Eran tiempos donde aún internet no formaba parte de la tecnología que en la actualidad copa la escena de las radioemisoras, así es que había que guiarse por los tradicionales aparatos radiales.

El operador era un tal Hugo que hacía recordar al mandatario de turno, especialmente cuando nos predispuso a estar atentos a la luz roja que al encenderse nos indicaba que ya estábamos en el aire y que debíamos saludar. De pronto, literalmente “nos dio play”, como se dice en el argot beisbolístico para comenzar el programa, cuando una señal del mismo operador nos indicaba lo contrario, que debíamos interrumpir la emisión de nuestras voces porque el Comandante Hugo Chávez había iniciado una cadena y la emisora tenía que plegarse a la misma, como lo indica la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. Hasta allí llegó el programa. La voz de Daniela no pudo debutar aquella noche en esa emisora y con ella tampoco podíamos cumplir con los auspiciadores del programa. Tuvimos que salir de la cabina y dirigirnos hacia el hall donde estaba muy enojado y al mismo tiempo triste el padre de Daniela. Manifestó su rabia con el abuso del Comandante Chávez de interrumpir casi a diario la programación de los medios de comunicación sólo para dar rienda suelta a sus peroratas de lavado de cabeza de la población. Abrazó a su hija en señal de manifestarle su tristeza por tan absurdo acto de coartar la libertad de expresión de los venezolanos.

Alcancé a medio contarle que días antes había tenido la visita de un general que literalmente me había traído su hoja de preguntas como guía de la entrevista que teníamos pautada para sacar al aire, ante lo cual no soporté la sensación de desistir de realizar el programa bajo aquella humillante condición. Y no soporté a su vez la ocasión de comentarle a un CN que, pese a no conocerlo plenamente, lo notaba enfurecido y otorgándome la confianza del caso para desahogar mi enojo de hace unos días atrás. Aún el Comandante no había tenido su afamado 11 con su 13, pero a no dudar que ya toda la plana mayor andaba como una especie de postre “a punto de caramelo”.

Alguna vez el Capitán de Navío Freddy José Palacios López, escribiría: “La suma de experiencias… aclara el horizonte”. Sin duda, aquella noche radial formaba parte de aquel horizonte claro que siempre tuvo el CN a su paso por este mundo ancho y ajeno. Son testigos, sus familiares, cadetes, hombres de armas, su adorada Daniela y amigos, como este comunicador social. Así escribió el desafío el CN “en este día que cuenta sus horas para el ocaso, franqueando el camino esperando el arribo de otro amanecer”, a nombre de los que continuamos en la pelea, sólo nos queda honrar su memoria y seguir adelante con la mirada en aquel horizonte aún por despejar.

Si lo dudan, vayamos a su máxima inspiración, el HIMNO DE LA ESCUELA TÉCNICA DE LA ARMADA VENEZOLANA.

CORO

Forjadores de mar y añoranzas

De ti Escuela debieron partir

Pues tu ciencia forjó la confianza

Y en tus aulas conciencia y virtudes lograron vivir

Tú le diste la luz, la esperanza

Que anhelantes pudieron seguir.

I

Herramientas legaste certeras

De la técnica firma y capaz

Escuchando tu voz marinera

Todo listo podemos zarpar.

CORO

Forjadores de mar y añoranzas

De ti Escuela debieron partir

Pues tu ciencia forjó la confianza

Y en tus aulas conciencia y virtudes lograron vivir

Tú le diste la luz, la esperanza

Que anhelantes pudieron seguir.

II

Hoy tu formas mi mente mis manos

De marino, soldado sin par

La Guayana, los Andes, los Llanos

Cree en ti, noble Escuela de Mar.

CORO

Forjadores de mar y añoranzas

De ti Escuela debieron partir

Pues tu ciencia forjó la confianza

Y en tus aulas conciencia y virtudes lograron vivir

Tú le diste la luz, la esperanza

Que anhelantes pudieron seguir.

Letra y música del Himno: CN Freddy Palacios López. (Paz a sus restos, a un año de su partida 25/01/2022)

Daniela y CN Freddy Palacios López.

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Written by JORGE CARRION RUBIO

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